Cerámica Chulucanense
La Encantada .- Este pueblo se ubica a 5 km. de Chulucanas, es muy famoso por sus cerámicas. Se dice que sus ceramios provienen de la cultura Vicús hace 500 años d.C., y que se desprende de las cerámicas de Catacaos y alfareros de Simbilá, heredados de los alfareros Vicús y Tallanes.
Debido a los fenómenos climáticos (fenómenos del Niño y La Niña), los hijos de los alfareros Simbileños y ceramistas cataquenses, tuvieron que emigrar a otros lugares, entre ellos las faldas del cerro Vicús, donde se encuentra actualmente el pueblo de Chulucanas, desarrollándose posteriormente con más fuerza en el caserío de La Encantada.
Fue allá por los años 60, cuando nacieron Don Máx Inga Adanaqué (fallecido), Gerásimo Sosa Alache y José Luís Yamunaqué, hijos de alfareros. A medida que estos inquietos niños jugaban con el barro, fueron encontrando el amor por el este arte, el cual fueron cultivando y manteniendo.
Con el tiempo y ya jóvenes, con la ayuda de la hermana religiosa Gloria Joyce, quien en todo momento valoró y apoyó sus obras de arte que con gran esfuerzo realizaban,; impulsaron la cerámica, creando con su imaginación personajes típicos y tradicionales, expresados en tiempos modernos.
Fue así como se fue creando la Cuna o el Semillero de ceramistas, actividad de imitan muchos jóvenes, ávidos de seguir promoviendo y difundiendo el arte de nuestros ancestros.
A diferencia de la cerámica de Simbilá y Catacaos, la cerámica de La Encantada, es mas elegante y tiene un excelente acabado, asimismo su decoración o “barbotinado” es mas estilizada, empleando para ello arcilla líquida y en algunas de ellas el vidriado, toque que les hace impermeable a los líquidos. Actualmente cuando se requiere la entrega de un gran lote de cerámicas se está empleando el torno eléctrico, ya que con la técnica manual no se abastecerían en la confección de los ceramios. (Rolando Gutiérrez Pasapera)
1 comentario
Margot -
Nuestra cerámica, tanto la de Catacaos como la de Chulucanas, son muy apreciadas por todo aquel visitante que tiene la suerte de pisar nuestra cálida tierra, debido a su gran variedad y al fino acabado de sus piezas.
He tenido la oportunidad de contar personalmente con la presencia de dos amigas extranjeras (Italiana y Alemana); a quienes tuve el orgullo de hacerles conocer las maravillas que tiene mi tierra. Recuerdo mucho cuando acompañé a mi amiga Maribel (Alemania) a la calle Comercio en Catacaos y vi como se quedaba boquiabierta mirando las obras de arte que expendían en la calle comercio, en su castellano masticado me decía que le parecía estar en otro mundo. Igualmente pasó con Marinelly (Italia), cuando visitamos La Encantada y por supuesto ambas no perdieron la oportunidad de llevarse unos recuerditos a su tierra.
Y es que la cerámica piurana es lo máximo que tenemos, es la herencia que nuestros antepasados nos han dejado para que se siga transmitiendo de generación en generación y como tal debemos saberlo valorar. Por eso nos concierne a todos los piuranos, ayudar para que las personas que elaboran estas preciosas cerámicas, tengan el debido trato, pero sobre todo el apoyo e interés posible para sacar adelante este arte maravilloso, y continúen ya que como piuranos tenemos el gran privilegio de contar con ellos.
Les compete a las autoridades tanto distritales, provinciales, departamentales y regionales, dar mayor importancia a este rubro, ya que esto generaría el incremento del turismo y por consecuencia es desarrollo para nuestra región.
Debemos aprender a valorar lo que tenemos y crear conciencia de estimar, respetar y difundir nuestro arte. Esta es una tarea que concierne a todos los que amamos nuestra ciudad, pero en especial es una tarea de profesores, alumnos, directores, ya que están a cargo de miles de estudiantes.